El Covid-19 exige a las autoridades tomar
decisiones y medidas fuertes, pero además de esto, la ciudadanía también ha
sido protagonista de la emergencia sanitaria que vive el Ecuador y el mundo.
Así como hemos sido testigos de lo mejor y
lo peor, hay cuatro aspectos que ha desnudado el Covid-19 sobre los
ecuatorianos.
El primero es el poco respeto que tienen
los ciudadanos por las autoridades. Desde que inició la emergencia la gente no
tomó con seriedad las medidas y muchos irrespetaron el aislamiento. Incluso,
hubo infectados que salieron y se movilizaron sin ningún reparo, algunos siguen
haciéndolo.
El segundo es la poca confianza que tiene
una gran parte de la ciudadanía al gobierno de Lenín Moreno y sus distintos representantes.
Si bien es cierto que se han tomado medidas en favor de la lucha contra el
Covid-19, también es cierto que otras, como el recorte a la Educación, hacen
más nublado el ya oscuro futuro que nos espera después de la pandemia. Lo
cierto es que la gente no creyó desde un principio en las cifras y lo hizo con
razón, así que por qué pedir confianza.
El tercero es que no estamos preparados,
aunque esto no es algo que hayamos descubierto recién. Un sistema de salud desbordado y personas que
lloran a sus seres queridos que perdieron la vida por este virus, algunos sin
saber dónde están sus restos, son pruebas de la carente preparación del Estado,
pero la ciudadanía no queda libre de culpa, pues ni siquiera el “toque de
queda” basta.
Todos somos responsables…
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